¿Por qué reza usted?
¿Por
qué estudia usted?
¿Por
qué compra usted un pasaje de avión?
¿Por
qué compra usted un billete de lotería?
¿Por
qué hace lo que hace?
Si
a diferentes personas hiciera éstas o parecidas preguntas, encontraría también respuestas
diferentes. Pero todas sinónimas de una sola: “El deseo de lograr algo en la
vida.”
Siendo
esto tan obvio, siendo que todos deseamos obtener algo, ¿por qué no desear el éxito
en su forma amplia y verdadera?
¿Por
qué solo se pide satisfacción de una necesidad, el logro de una ambición, y no,
el éxito en la vida?
La
respuesta tal vez esté en que no sabemos desear. Solo deseamos el dinero cuando
estamos necesitados de él. Solo deseamos la felicidad cuando nos aflige una
pena. Solo rezamos cuando tenemos la necesidad concreta de pedir a Dios.
Pero cuando ningún mal nos ataca de cerca, vegetamos en las diarias labores de nuestra vida sin desear nunca nada y sobre todo sin hacer nada constructivo para lograr cuanto anhelamos. ♥︎
Revista Sembradores
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