Solo
por hoy…
…seré
feliz. La felicidad reside y se manifiesta desde mi interior; no es un
acontecimiento externo.
…me
ajustaré a lo que es y no trataré de ajustar todas las cosas a mis propios
deseos. Aceptaré mi familia, mis negocios y suerte como son y procuraré encajar
en todo ello.
…cuidaré
de mi organismo, lo ejercitaré, lo alimentaré, no abusaré de él ni lo
abandonaré, de tal forma que será una perfecta máquina para mis cosas.
…fortaleceré
mi espíritu. Aprenderé algo útil. No seré un haragán mental. Leeré algo que
requiera de mí: esfuerzo, meditación y concentración.
…ejercitaré
mi alma de tres modos. Haré a alguien algún bien sin que él o ella lo descubra.
Haré dos cosas que no me agrade hacer, tan solo –como lo dice William James– por
ejercitarme.
…seré
agradable. Tendré el mejor aspecto que pueda, me vestiré con la mayor
corrección a mi alcance, hablaré en voz baja, me mostraré cortés, seré generoso
en la alabanza, no criticaré a nadie, no buscaré defectos en nada, y no dirigiré
ni enmendaré la plana de mi prójimo.
…viviré
únicamente este día, sin abordar a la vez todo el problema de la vida, puedo
hacer en doce horas cosas que me espantarían si tuviera que mantenerlas durante
una vida eterna.
…tendré
un programa. Consignaré por escrito lo que espero hacer cada hora. Cabe que no
siga exactamente el programa, pero lo tendré. Eliminaré dos plagas: la prisa y
la indecisión.
…tendré
media hora tranquila de soledad y descanso. En esta media hora pensaré a veces en Dios, a fin de conseguir una mayor
perspectiva de mi vida.
…no
tendré miedo y, especialmente, miedo de
ser feliz, de disfrutar de lo bello, de amar y de creer que las cosas y las
personas que amo me aman.
Solo por hoy, porque el hoy bien vivido sana la herida del ayer, y hace del mañana una visión de esperanza. ♥︎