¡Trabaja!

Si eres pobre, trabaja. Si eres rico, sigue trabajando. Si te abruman las cargas y responsabilidades, trabaja.

Si eres dichoso, no dejes de trabajar. ¿Sufres decepciones?, disípalas trabajando.

Cuando flaquee tu fe y la razón parezca abandonarte, trabaja.

Cuando se desvanezcan tu más fúlgidos sueños y estés por perder toda esperanza, trabaja.

Trabaja, como si estuviera en peligro tu vida, que en realidad no lo está.

Trabaja con fe, entusiasmo. El trabajo es el mejor remedio tanto para los achaques del cuerpo, como para las dolencias del espíritu.

¿Te agobia el dolor? ¿Los seres a quien más amas te son infieles? ¿Las amistades no te corresponden?

Trabaja, pues es el trabajo tu mejor terapia, tu mayor distracción y tu principal fuente de Productividad.

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¡Trabaja! Una palabra inspiradora que nos invita a la acción y al esfuerzo constante por alcanzar nuestras metas y objetivos. A pesar de los desafíos y obstáculos que puedan presentarse, debemos mantenernos enfocados en nuestras responsabilidades laborales y en el impacto que estas tienen en nuestras vidas y en nuestra sociedad. Trabajar nos da la oportunidad de desarrollar habilidades, aprender cosas nuevas y contribuir al crecimiento de nuestra empresa y comunidad. Además, a través del trabajo podemos alcanzar logros personales y profesionales, así como mejorar nuestra calidad de vida. Por lo tanto, es fundamental que nos comprometamos a trabajar con dedicación y esfuerzo, manteniendo una mentalidad positiva y perseverante para alcanzar nuestros objetivos y metas. Así que ¡trabaja con pasión y compromiso para alcanzar el éxito!

Revista Sembradores

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