Tu concepción en el vientre de tu madre fue tu primer desafío y competencia en los juegos de la vida; superaste la fase eliminatoria, clasificáste para participar en las olimpiadas de la vida, jugaste como ningún otro jugó y mira... ¡Te coronaste campeón!
¡Lo lograste campeón! En estas olimpiadas te enfrentaste contra millones de
competidores superándolos a todos. El objetivo de la competencia consistía en
dar en el blanco y fecundar el óvulo de tu mamita… ¡Y fuiste el feliz ganador!
Por eso es bueno recordarte que un motivo para la acción
(motivación) es estar consciente de que la vida está hecha de tiempo, desde el
momento de tu nacimiento y hasta el día de tu muerte –de la cuna al sepulcro–. Tu
gran compromiso, proyecto y misión es construirte a ti mismo, es decir: al nacer eres un diamante aún en estado de carbón. Debes, entonces, empezar a tallar y pulir
la piedra bruta que tú mismo representas. Si tú lo deseas puedes transformarte, dándole forma y brillo a la piedra que eres en este momento, hasta llegar a ser el majestuoso diamante que estás destinado a ser desde el mismo instante de tu creación.
Esa es la razón por la cual estás en los juegos de la vida.
¿Aceptas el reto?
Crea, genera, produce y usa las riquezas materiales que el universo ha dispuesto en abundantes cantidades para los hijos de esta tierra. Pero también cultiva los valores y principios superiores e inmateriales, comprométete en esto, recordando en todo momento que por intangibles que sean, en ellos reside la verdadera
riqueza y se constituyen como el punto de partida para el proceso de construcción de un ser humano de orden superior.
El conocimiento consciente aleja la ignorancia y puedes,
con él, usar mejor tu libre albedrío. Toma consciencia de cómo son los juegos de
la vida y te convertirás en un líder servidor de tus semejantes, aceptando con
entusiasmo y optimismo la tarea de guiar y comunicar un mejor futuro,
sirviéndote a ti mismo, a tu familia y a tu equipo de trabajo.
Ahora ya lo sabes, hay una actividad que nadie puede realizar por ti y precisamente a eso viniste a este mundo: a jugar los juegos de la vida. A vivir tu vida y a cumplir con el compromiso de crecer y realizarte, desarrollando al máximo tu potencial creador y co-creador de experiencias y una vida de excelencia.
Se realista y humilde al actuar, no te creas
omnipotente, pues junto a todas las creaturas, eres un co-creador que
participa en la sinfonía magistral del universo. Pon en práctica la solidaridad, desarróllate personalmente, elévate a un nivel superior de desempeño y haz aportes de calidad en el grupo social al que perteneces. Haga siempre tu mejor
esfuerzo con realismo optimista.
Entonces ¡Motívate, despierta y utiliza tu poder! Pues con
tu esfuerzo consciente y persistente puedes lograr grandes realizaciones y
ser feliz, al tiempo que haces felices a tus semejantes (creadores ellos
también). Algunos quizás con un grado menor de consciencia que el tuyo, pero creadores al fin. ¡Tus
semejantes te necesitan como coequipero! ¡Tu aporte será siempre valioso, no se los
niegue! Acepta los triunfos lo mismo que las derrotas, aborda los problemas con serenidad, madurez y autocontrol, pues también forman
parte de los juegos de la vida. Pero recuerda buscar inteligente y creativamente la
oportunidad que estos traen consigo, ya que también son parte de la única
constante de la vida: el cambio indetenible desde tu nacimiento hasta tu muerte. ¡Todo es
un continuo y constante cambiar!
Tu flexibilidad y adaptabilidad siempre serán sinónimos de
juventud y posibilidad de éxito y felicidad.
Recuerda también que es tu deber fomentar y promover el cambio en ti mismo y en tu entorno para mejorar ¡Pues eres un ser humano valioso y un gran líder automotivado y comprometido! ♥︎
Revista
Sembradores