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lunes, julio 05, 2021

MI PAREJA: un encuentro conmigo

¿Estás siendo infeliz en la relación de pareja?

Entonces, si es así revisemos qué pasa, pero empezaremos por revisar que pasa contigo, no con el otro. Porque una de las posturas que más agranda el conflicto es cuando creemos que el problema es ese otro.

La pareja realmente no tiene la posibilidad de hacerte infeliz. Ten presente que no importa lo que esté sucediendo, siempre obsérvate y revisa qué hay dentro de ti que genera esa situación. Porque, fíjate que es común observar a uno de los miembros de la pareja pidiéndole al otro un comportamiento adecuado para poder ser feliz, y cuanto más le exigimos a nuestra pareja conductas adecuadas, más revelamos nuestros vacíos como hijos. A veces esto es sorprendente y algunas personas dicen: "pero, ¿qué tiene que ver mi experiencia de hijo con mi actualidad en la pareja?" Y la verdad es que esos vacíos que tuvimos en nuestra familia nuclear inciden directamente en nuestra relación de pareja. En estos momentos podríamos recordar cuando por ejemplo sentías: “¡Mamá o Papá, no me dejes!” o “No me señalen de todo…” o cuando sentimos: “No es justo que prefieran más a mi hermano que a mí” o cuando sentíamos ante nuestros padres: “Mamá o Papá ¡nunca sabrán cuánto hice para ganarme su amor! o en el caso: “Mi papá prefirió a otra mujer más que a mi mamá y cuánto tuve que defender a mi madre de mi padre…” ¿Sabes algo?, todas estas historias y muchas más que no alcanzo a mencionarte nos vuelven a sorprender en nuestra relación de pareja, y casi son las mismas frases que hoy le repetimos: un “no me dejes, valórame, valora lo que he hecho por ti, no me cambies por nadie…”

Es bueno que sepan que en muchos casos la pareja viene a detonar todas aquellas historias ocultas, no importa cuánto quieras ocultar tu pasado o cuanto quieras obviarlo, la pareja viene a mostrar todo esto que en nosotros no ha sido resuelto. Esto me permite decirte que la infelicidad en tu relación de pareja pertenece al mundo de tus expectativas.

Hay personas que se consiguen a una pareja y creen que se encontraron con el remedio de todos sus males, al punto que se olvidan de su familia sin saber que SIN PADRES NO HAY PAREJA. Esto quiere decir que un vacío de papá, por ejemplo, para un hombre, pone en riesgo su habilidad para ser hombre de su mujer. Un hombre que rechaza las conductas de su padre está propenso a repetirlo, o una hija herida en su relación con la madre luchará mucho para mantener una relación de pareja, y frecuentemente vemos que toda hija herida de la madre será una esposa herida por su hombre. Así es que cuando renuncian a la familia por la pareja entonces convierten a la pareja en el eje de sus vidas, y esto es porque renunciamos a la responsabilidad que tenemos con nosotros mismos de seguir siendo nosotros y de velar por nuestras propias necesidades, esto sin llegar a suponer el peso en el que nos convertimos para nuestra pareja cuando comenzamos con un “ayúdame, atiéndeme, acompáñame…” y la pareja no está diseñada para resolver en nosotros este tipo de necesidades.

Aquí quiero hacer un paréntesis para recordarte que la felicidad viene de sentirnos en sintonía con la vida, y si preguntas como es estar en sintonía con la vida, debes saber que estar en sintonía también es amar todo tal cual es; que cuando descubres la utilidad de lo imperfecto entras en un respeto por lo que pasa. La vida es un gozo y cuando experimentas esa plenitud es cuando le puedes decir a tu pareja: “conozco la felicidad que viene de mí y esa es la felicidad que quiero compartir contigo, no la que vengo a exigirte,” porque el que exige en la pareja es nuestro niño interno herido; es el que reclama, el que grita, el que golpea.

De alguna manera, con todo esto, te estoy invitando a que aproveches las situaciones difíciles en tu relación de pareja para ocuparte de ti para sanarte, para que puedas hacer que tu gran conflicto de pareja se convierta en tu gran bendición.

Acompáñame en la creencia de que es posible hacer la diferencia, tú y yo somos uno. ♥︎

Dr. Alberto Chirinos

Comunicador y conductor del programa de televisión “Ser Integral”.

viernes, julio 02, 2021

Solo por hoy

Solo por hoy…

…seré feliz. La felicidad reside y se manifiesta desde mi interior; no es un acontecimiento externo.

…me ajustaré a lo que es y no trataré de ajustar todas las cosas a mis propios deseos. Aceptaré mi familia, mis negocios y suerte como son y procuraré encajar en todo ello.

…cuidaré de mi organismo, lo ejercitaré, lo alimentaré, no abusaré de él ni lo abandonaré, de tal forma que será una perfecta máquina para mis cosas.

…fortaleceré mi espíritu. Aprenderé algo útil. No seré un haragán mental. Leeré algo que requiera de mí: esfuerzo, meditación y concentración.

…ejercitaré mi alma de tres modos. Haré a alguien algún bien sin que él o ella lo descubra. Haré dos cosas que no me agrade hacer, tan solo –como lo dice William James– por ejercitarme.

…seré agradable. Tendré el mejor aspecto que pueda, me vestiré con la mayor corrección a mi alcance, hablaré en voz baja, me mostraré cortés, seré generoso en la alabanza, no criticaré a nadie, no buscaré defectos en nada, y no dirigiré ni enmendaré la plana de mi prójimo.

…viviré únicamente este día, sin abordar a la vez todo el problema de la vida, puedo hacer en doce horas cosas que me espantarían si tuviera que mantenerlas durante una vida eterna.

…tendré un programa. Consignaré por escrito lo que espero hacer cada hora. Cabe que no siga exactamente el programa, pero lo tendré. Eliminaré dos plagas: la prisa y la indecisión.

…tendré media hora tranquila de soledad y descanso. En esta media hora pensaré a veces en Dios, a fin de conseguir una mayor perspectiva de mi vida.

…no tendré miedo y,  especialmente, miedo de ser feliz, de disfrutar de lo bello, de amar y de creer que las cosas y las personas que amo me aman.

Solo por hoy, porque el hoy bien vivido sana la herida del ayer, y hace del mañana una visión de esperanza. ♥︎

Realismo optimista

Algunos psicólogos hablan de cuatro actitudes ante la vida.

La primera actitud es la de aquellos que solo ven el bien a su alrededor. Él es bueno, los demás también lo son. Tal actitud puede provenir de la ingenuidad o de la indiferencia.

Es ingenuo creer que vivimos en un mundo donde todo marcha bien, donde no existen la pobreza, las desigualdades sociales, las enfermedades y la mala fe.

Pero tal actitud puede provenir también de la indiferencia. Algunas personas conviven con el mal y con la injusticia, dos temas de los que prefieren no hablar y mucho menos denunciar, tal vez porque no les interesa, o tal vez porque son sus usufructuarios. Las penas y los lamentos de su prójimo,  para ellos, son sólo “ganas de joder".

La segunda actitud es la de aquellos que se creen buenos pero consideran malos a todos aquellos que no se les asemejan, que no hablan, ni piensan, ni actúan como ellos.

Se trata de una posición autosuficiente, narcisista y maniquea. Son aquellos que “ven la paja en el ojo ajeno e ignoran la viga que hay en su propio ojo".

En el extremo opuesto se encuentran aquellos que viven en un continuo lamentarse por aquello que son, envidiando siempre a los demás. Su situación es siempre desesperada; la de otros es siempre mejor. Su vida es la más desgraciada. Son candidatos a la depresión. Sus vidas son estériles y dignas de compasión.

La última de las cuatro actitudes es la de aquellos que solo ven el mal por todas partes, tanto en sí mismos como en su alrededor. Son candidatos al suicidio físico y psíquico. Éstos son radicalmente pesimistas. Son los profetas del fracaso. Maldicen de la obscuridad, pero no se dedican a encender una luz. Maldicen de lo que existe, pero su negativismo les impide emprender la construcción de lo que no existe.

La actitud más sana ante la vida es el realismo optimista. Consiste en darnos cuenta y aceptar sin maldecir que la realidad en que vivimos es una mezcla de bien y de mal, de oportunidades y frustraciones, de logros y de derrotas. Trátase de una actitud no meramente contemplativa sino operativa. El mal debe ser combatido y el bien debe ser fomentando. La conciencia de nuestras limitaciones y de las dificultades no debe obnubilar la conciencia de nuestras posibilidades, ni frenar la toma de decisiones.

Es pesimista quien se sienta a llorar o maldecir sin esperanza sobre la maldad y la injusticia, quien se contenta con rasgarse las vestiduras pero no hace más nada. Es optimista realista quien denuncia el mal para construir el bien, quien critica constructivamente, quien no solo denuncia problemas sino que propone también soluciones y se compromete con ellas.

Quienes son realistas optimistas aceptan que viven en un mundo lleno de injusticias y desigualdades. Pero están convencidos de los valores y capacidad de cada ser humano. Son optimistas en el sentido de que creen posible el triunfar ante y a pesar de las dificultades; que es posible construir una patria y una sociedad mejores, y se comprometen en esa maravillosa construcción.

Los seres humanos debemos preocuparnos más por crear que por criticar; más de la vida que de la muerte; más en construir que en destruir; quejarnos menos y realizar más; pasar del lamento a la actividad creadora. ♥︎

miércoles, junio 30, 2021

Roble o calabaza

En la antesala de la oficina del director de una afamada institución educativa se encontraba un joven estudiante y su padre. Esperaban que el director de la institución los recibiera, para darles orientación respecto a los estudios.

Después de las presentaciones obligadas en estos casos, el padre del joven comentaba al director del plantel: “Mire, señor, soy un padre muy práctico… desearía para mi hijo algo rápido, no deseo una carrera que lo mantenga ocupado por años”.

“El plan es que mi hijo tenga una breve preparación y luego se haga cargo de mis negocios, que como usted bien sabe son muchos y muy importantes”.

El director escuchaba al padre del futuro pupilo con calma.

Una vez terminó de hablar el padre, el director tomó la palabra y dijo: “Mi estimado señor, todo depende de lo que usted desee para su hijo. Si usted desea formarlo como calabaza o como roble”.

“De calabaza usted extrae su suave carne y lo que le queda sirve de alimento para animales”.

“Del roble, se aprovecha su hermosa madera, con la que construyen bellos muebles. También se disfruta la belleza del árbol al crecer y su fresca sombra en el verano. El roble puede servir al hombre durante toda su vida”.

El padre del joven pareció no entender, ante lo cual el director explicó: “Sí, mi estimado amigo, la naturaleza nos puede dar una calabaza en seis meses, o un hermoso roble en veinte años. Como usted ve, todo va en función de lo que deseamos y del tiempo que estemos dispuestos a invertir”.

Los caminos fáciles son las alternativas para muchas personas, pero también hay quienes se proponen metas a largo plazo y retos que vencen con el correr del tiempo logrando la plena realización de sus sueños. Para quienes optan por los caminos fáciles, todo parece alcanzable, con la única diferencia que los logros obtenidos serán relativos a la medida del esfuerzo realizado. “Si me esfuerzo poco, gano poco".

Por el contrario, quien se plantea verdaderos retos que requieren el máximo esfuerzo y dedicación, serán compensados satisfactoriamente. ♥︎

martes, junio 29, 2021

El descubrimiento

El descubrimiento más importante de este siglo es que el ser humano puede alterar toda su vida con sólo alterar su actitud mental.

Si en lo que respecta a nuestro propósito actuamos con toda la sangre fría como si éste ya fuera una realidad, nuestra meta se realizará indefectiblemente, se mezclará con nuestros hábitos y nuestros sentimientos en tal forma que nuestro interés se convertirá en una fe.

Todo lo que ansíes con suficiente intensidad, es casi seguro que lo lograrás. Si deseas ser bueno, serás bueno; si deseas ser culto, serás culto; si deseas ser rico, serás rico.

Solamente necesitas desearlo con toda tu alma, desterrando de tu corazón todas aquellas razones y todos aquellos deseos que se interpongan y sean incompatibles con tu propósito primordial. ♥︎

William James

El califa


Un califa llamado Al-Mamun poseía un hermoso caballo árabe con el que estaba encaprichado el jefe de una tribu, llamado Omah, que le ofreció un gran número de camellos a cambio, pero Al-Mamun no quería desprenderse del animal. Aquella negativa encolerizó a Omah de tal manera que decidió hacerse del caballo fraudulentamente.

Sabiendo que Al-Mamun solía pasear con su caballo por un determinado camino, Omah se tendió a la orilla del mismo disfrazado de mendigo y simulando estar muy enfermo. Al-Mamun, que era un hombre de buenos sentimientos, al ver al mendigo sintió lástima por él, desmontó y le ofreció llevarlo a un hospital.

“Por desgracia, –se lamentó el mendigo– llevo días sin comer y no tengo fuerza para levantarme”. Entonces, el califa lo alzó del suelo cuidadosamente y lo montó en el caballo, con el propósito de montar él a continuación. Pero en cuanto el falso mendigo se vio sobre la silla, salió huyendo al galope. Al-Mamun corrió tras de él gritándole para que se detuviera. Una vez que Omah se distanció lo suficiente de su perseguidor, se detuvo.

—¡ESTÁ BIEN, ME HAS ROBADO EL CABALLO!, –gritó Al-Mamun– —¡AHORA SOLO TENGO UNA COSA QUE PEDIRTE!

—¿DE QUÉ SE TRATA? –preguntó Omah– también a gritos.

—¡QUE NO CUENTES A NADIE CÓMO TE HICISTE DEL CABALLO!

—¿Y POR QUÉ NO HE DE HACERLO?

—¡PORQUE QUIZÁS UN DÍA PUEDA HABER UN HOMBRE REALMENTE ENFERMO TENDIDO JUNTO AL CAMINO Y, SI LA GENTE SE HA ENTERADO DE TU ENGAÑO, TAL VEZ PASEN DE LARGO Y NO LE PRESTEN AYUDA!

 

Podemos ver reflejado en esta historia el estado actual de nuestra sociedad donde se ha perdido la confianza y aún el respeto por quienes nos rodean, porque podemos ser asaltados en nuestro buen ánimo.

Es normal ver la indiferencia de la gente ante las dificultades y problemas de otros, no nos inmutamos, hacemos caso omiso y seguimos por nuestro camino. Poco a poco los valores de convivencia y socialización se han ido perdiendo, ya sea por las exigencias actuales del mercado que nos obligan día a día a ser más competitivos, a buscar la excelencia y con esto el mejor desempeño en todas nuestras actividades y terminamos viendo a los demás como un enemigo en potencia.

Otro factor importante que ha conducido hasta esta deshumanización es la desconfianza que nos produce la gente, todo el tiempo vemos en los noticieros los grandes fraudes, los robos que se cometen por avaricia y minan nuestra sensibilidad y ganas por ayudar y contribuir al mejoramiento de la sociedad por el simple hecho de no caer en uno de esos engaños.

Es cierto que las condiciones no son las más propicias, de hecho hace muchos años que no lo son, pero no podemos esperar a que el ambiente sea ideal, si bien la excelencia nos ha llevado a avanzar económica y tecnológicamente, es necesario que volvamos a cultivar los más altos valores de convivencia como la sinceridad, el servicio, la cooperación para seguir contribuyendo a una sociedad más humana. ♥︎

lunes, junio 28, 2021

El hogar de la PAZ

Resulta preocupante ver como un planeta como el nuestro, con la civilización que alardea ser la más sabia e inteligente: la humana; lleva tanto tiempo buscando algo tan elemental y sencillo como La Paz, ese “estado tan natural" que nos brinda la vida como consecuencia lógica por el solo hecho de existir. Sin embargo, hoy la mayoría de nuestros esfuerzos como integrantes de este sistema mundial no van encaminados a solucionar los conflictos que en este mundo se generan para perturbar La Paz. ¿Qué sucedería si todos los factores que constituyen este sistema: políticos, religiosos, sociales, salud, culturales, educativos, militares y económicos, entre otros... estuvieran trabajando en unidad tan solo por el desarrollo humano? De seguro tuviéramos una sociedad mundial muy diferente a la que tenemos. Pero lejos de hacer esfuerzos pro humanos en favor del bien y la bondad, han emprendido una rebelión que a todas luces procura la extinción total de la humanidad. No podemos dejarle a las futuras generaciones el lastre de los horrores de la barbarie y la violencia, pues ya conocemos sus frutos tan amargos.

La vida es como una competencia de relevos, en donde cada competidor se esfuerza y entrega lo mejor de sí mismo para que el próximo competidor del equipo, parta en la mejor posición y con la mejor ventaja. La rebelión mundial contra la humanidad agrupa a todos los factores de la sociedad y parece estar teniendo éxito, el engaño es tan sublime que la mayoría no lo percibe, pero la verdad es que está destinada a ser derrotada, su final está cerca. En este sentido, la mejor forma de participar en la carrera de la humanidad y tomar ventaja ante la rebelión, es armarnos con las armas del conocimiento profundo de nosotros mismos, de nuestro origen y del mundo en que estamos. Este es el único camino para la solución de toda la confrontación. Ahora tan solo nos falta compromiso y sinceridad como parte que somos de este conflicto.

Lo que resulta paradójico y en todo sentido  cuestionable, es el hecho de que, si el objetivo común de todos los factores que conforman la rebelión es el bienestar de la humanidad, entonces ¿Dónde se generan las diferencias? ¿Será que existen intereses personales y no sociales de alguna de las partes, o tal vez de todas las partes? ¿Quién la está financiando…? ¡Perdón! quise decir impulsando. Puede también que haya sinceridad en alguna de las partes y que se esté fallando no en la intención, sino en las estrategias. Todo esto lo dejamos al buen juicio y criterio de quienes intervienen en la rebelión. Y que sea el Dios Padre Creador quien guíe sus mentes, sus corazones y su recto obrar.

Por otra parte, está la humanidad que en su gran mayoría interviene como elemento pasivo, esperando a ver qué sucede. Cuando a la verdad, todos podemos participar de una forma activa; no con armas, ni involucrándonos en el conflicto, sino más bien, preparando el lugar donde va a habitar La Paz: “nuestros corazones” y luego hacerla extensiva en nuestros hogares, nuestros trabajos, en las calles y en todas las actividades humanas; asumiendo una actitud de tolerancia, respeto y amor hacia los demás.  Esperamos, está bien, que los frutos estén maduros para nosotros, pero no olvidemos que también nosotros debemos estar maduros para los frutos. La pregunta que ahora sigue es: ¿Estamos maduros para La Paz? O ¿Aún están armados nuestros corazones? De nada servirá liberarnos del yugo de las armas y de la guerra si dejamos vivos a sus padres en nosotros (el odio, la envidia, el egoísmo, la mentira y la injusticia…). Pues más adelante serán ellos los protagonistas de nuestros conflictos sociales. No habrá paz social, si primeramente no hay paz personal.

Comencemos ahora, y seamos cada uno de nosotros, el primer lugar que dé albergue a La Paz. ♥︎